Huella del agua en Pago de Carraovejas: una salida sostenible hacia el futuro
Un ser humano gasta aproximadamente 1150 litros de agua al día. Nuestro consumo diario de agua es incluso mayor del que imaginamos ya que, también, consumimos una gran cantidad de “agua virtual”. Este agua es un concepto que hace referencia al volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios que una persona consume y con la cual podríamos llegar a gastar hasta 5000 litros de agua por día. Todo ello forma una marca ambiental llamada “huella del agua” y que resume todo el gasto generado en el transcurso de nuestra vida. Según el estándar ISO 14046, la huella del agua es un conjunto de parámetros que cuantifican los impactos ambientales potenciales de cualquier actividad relacionada con el agua.
El Holandés Arjen Hoekstra, padre del concepto de ‘Huella Hídrica’, estima que para fabricar una camiseta de algodón de 250 gramos de peso se requieren aproximadamente unos 2900 litros de agua. Esto se refiere tanto al cultivo del algodón como a los procesos posteriores para la confección de las prendas. De hecho, el agua que vemos físicamente en nuestra vida diaria representa sólo el 4% del total que consumimos. El 96% restante, el que no vemos, es el agua que ha sido utilizada en el proceso de elaboración de productos y desarrollo de servicios. Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿qué estamos haciendo con este recurso?, ¿estamos actuando de forma responsable?, ¿somos conscientes del gasto que invertimos al comprar algún producto que genera tanto impacto en los sistemas hídricos?
Certificación ‘Huella del Agua’
En Pago de Carraovejas hemos decidido certificar la huella del agua con el objetivo de seguir un método de evaluación y reporte de datos consistente, con validez y respaldo internacional. El hecho de certificarnos, nos permite identificar los impactos ambientales más significativos relacionados con el agua y poder analizar las posibles medidas de reducción de esos impactos, así como llevar a cabo una optimización de recursos y procesos relacionados. De esta forma entendemos las oportunidades de la evaluación de la huella del agua como parte de una estrategia empresarial integral. El agua es un recurso esencial y el problema de su manejo y disponibilidad es capital dentro del debate asociado al desarrollo sostenible. El interés por la sostenibilidad en la gestión del agua ha aumentado debido al incremento en su demanda y a la degradación de la calidad de esta. Estos factores nos llevan a intentar priorizar la necesidad de conocer y mejorar los impactos ambientales de nuestras actividades y productos relacionados con el agua.
El interés por la huella del agua se origina en el reconocimiento de que los impactos humanos en los ecosistemas acuáticos pueden estar relacionados, en última instancia, al consumo humano y que temas como la escasez o contaminación del agua pueden ser mejor entendidos y gestionados considerando la cadena de producción y de distribución en su totalidad. Hay normativas que regulan el cálculo de la huella del agua y proponen el acercamiento a la huella del agua como el estudio de los impactos ambientales relacionados con el agua y asociados al ciclo de vida de un producto o a una organización. Como parte de este estudio se analiza el uso del agua relacionándolo con las características hídricas y pluviales de la ubicación en la que se lleva a cabo ese uso. De esta manera, la huella del agua sería parte del análisis de la huella ambiental o parte del desarrollo de una declaración ambiental de producto.
En Pago de Carraovejas damos un paso más para aumentar el uso eficiente de los recursos hídricos en nuestro sector y asegurar la sostenibilidad dentro de una estrategia integral de actuación. Seguimos, de esta manera, las directrices de los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuyo número 6 (Agua limpia y saneamiento) busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas.