HISTORIA
El origen de un sueño
“La felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad…”
Origen
Pago de Carraovejas es origen. Desde sus primeras nueve hectáreas nace este proyecto que aspira a convertir un sueño en una bodega referente dentro de la Ribera del Duero. El inicio de su trayectoria se remonta más de tres décadas, cuando nace Pago de Carraovejas como respuesta a la aspiración de José María Ruiz de conseguir un gran vino en una de las zonas con más potencial del momento.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay quienes luchan un año y son muy buenos, hay quienes luchan muchos años y son mejores…, pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.
Segunda generación
El alcance de lo que fue un ambicioso sueño va superando, a lo largo de los años, enormemente las expectativas en sus inicios y es en 2007 cuando se inicia una nueva etapa con la incorporación de Pedro Ruiz al proyecto. El nuevo liderazgo llega con una fresca perspectiva empresarial que ante el exponencial crecimiento de Pago de Carraovejas, decide trazar nuevos retos en los ámbitos de la sostenibilidad, como criterio que debe guiar la actividad de la empresa; la innovación, como motor de desarrollo y progreso; o el enoturismo, como modo de abrir el proyecto a todos sus clientes con transparencia y honestidad.
«El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te acomodes. Como con todo lo que es propio del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres».
Steve Jobs
Futuro
La filosofía de presente y futuro de Pago de Carraovejas parte de la idea de crear experiencias inolvidables en torno al vino, apostando por proyectos singulares en busca de un propósito superior, con el compromiso de construir un legado único.
Este fin es el que se ha ido perpetrando a lo largo de la historia de Pago de Carraovejas con sus diferentes proyectos en sintonía con Alma Carraovejas.
«El reto ahora es poder inspirarnos, cada día, para desarrollar productos y servicios auténticos, apoyándonos en una organización feliz y sostenible consigo misma y con su entorno, buscando la superación constante, para conseguir la máxima calidad mediante la innovación, obstinados en preservar la cultura propia de la organización y de las personas que la componen como un patrimonio.»
Siempre con la cabeza en las nubes y los pies en la tierra.